Los sentimientos de abundancia y
prosperidad nos hacen vibrar en satisfacción y bienestar. Por el contrario, los
sentimientos de angustia y preocupación, solo saben atraer más dificultades.
Esto
es bien conocido por todo aquel que se ha dedicado a aprender la ley de
atracción y todo lo relacionado a este tema.
No obstante, este hecho no es tan
fácil de realizar en la vida práctica y no es precisamente porque sea difícil
de hacer, sino, porque no nos damos cuenta de cuando estamos vibrando en una
baja vibración, la que no nos permite elevar nuestra condición económica.
Si pudiéramos ser más conscientes
de lo que estamos pensando y sintiendo, si pudiéramos ver con claridad cuánto
de esto nos aleja o cuánto nos acerca de lo que necesitamos crear, el problema
estaría resuelto.
Todos tenemos la capacidad para
enfocarnos en una alta vibración, pero no estamos acostumbrados a ser conscientes
de medir nuestra vibración. Además, pensamos que ésta depende de lo que nos
rodea y olvidamos que nuestra vibración solo depende de lo que estemos
aceptando pensar y sentir.
Cuando las personas no han podido
mejorar su situación económica, especialmente si eso se ha sostenido por mucho
tiempo, les parece mentira que al vibrar más alto, esta condición pudiera
cambiar. No comprenden que al permitir elevar su bienestar interno, las ideas
comenzarán a fluir y que además el universo les apoyará con las sincronizaciones
adecuadas y perfectas.
Por eso es que el estado de
escasez se hace tan persistente y tan duradero en el tiempo. Porque no parece
posible pensar de manera mas creativa y mas productiva estando en medio de
problemas económicos.
Las personas creen que tienen que
seguir sintiéndose mal hasta que todo cambie y las cosas no pueden cambiar
hasta que se sientan bien.
Si quieres mejorar tu condición económica
no tienes que preguntarte tanto “qué hacer”, sino “cómo sentirte bien”. Si
encuentras la respuesta a esta pregunta tendrás muchas opciones de mejorar esa
condición.
Esta respuesta no puede ser
contestada por nadie más que tú, porque solo tú sabes qué es lo que te hace
sentir bien. Y por lo general son cosas muy sencillas que no encierran un gasto
económico considerable.
Ya sabemos que las cosas simples
tienen el poder para levantar nuestro ánimo y hacernos sentir mas vivo y por
eso, recordamos siempre aquellas cosas pequeñas que nos han dado un gran
sentimiento de bienestar y alegría.
En medio de los apuros económicos
tienes que encontrar lo que te hace sentir bien. Esto se relaciona mucho con la
gratitud. Mientras mas gratitud, mas bienestar y mas prosperidad darás a tu
existencia.
Patricia González