sábado, 10 de marzo de 2012

Trayendo tus sueños de prosperidad a la realidad


Las personas que saben que pueden mejorar sus circunstancias económicas, saben que pueden hacer algo al respecto. A veces este deseo es muy débil y  se encuentra sutilmente viviendo dentro de sus corazones como un anhelo que los hace suspirar (quizás algún día). Otras personas sienten un deseo un poco más intenso y dedican cierto tiempo a analizar su situación en busca de las salidas sin haber llegado a encontrar la senda a seguir (no sé cómo). Y están las otras, las que han tomado la decisión de hacer algo al respecto y partir de una vez (sé que llegaré). Solo estas últimas verán los frutos de sus sueños en la realidad.

Cuando nos sentimos decididos a hacer cierta actividad, es porque este anhelo ha llegado al máximo nivel de energía que puede contener y debido eso se ha transformado en un gran deseo capaz de motivar lo suficiente para que la cosas se comiencen a mover y a alinear en la realidad física. Para ello es necesario que este sueño se complete con energía, que rebose de energía, que llegue a explotar en su energía. Sin este impulso los pasos a dar serán muy débiles y miedosos, si es que los llegamos a dar.

Cuando le falta energía a nuestros sueños, tendemos a pesar que nuestros impedimentos  se tratan de otra cosa. La mayoría de las veces llegamos a concluir que nos falta alguna capacidad especial, o que no tenemos los recursos o que no hemos encontrado a las personas adecuadas para ayudarnos o darnos ideas. Pero muchas veces es solo cuestión de falta de motivación por falta de energía interna. En este caso, no hemos fortalecido nuestro sueño con la suficiente energía vital que hace milagros, porque no creemos en la magia de la vida, ni en la posibilidad cierta de que nuestro sueño se convierta en realidad. En el fondo, muy en el fondo, no creemos que pueda ser verdad, aun nos queda grande esa posibilidad, dudamos de nosotros y del amor que nuestro Padre tiene por nosotros, quien nos puede dar todo lo que deseamos.

No es necesario que al iniciar el camino interior hacia nuestros sueños tengamos el camino claro. Es más, desde el lugar vibratorio de la partida no nos es posible ver con mucha certeza el camino que  deberemos recorrer para llagar a la meta. Por eso es muy importante comenzar aun sin conocerlo. Al iniciar los pasos, el camino se hará, porque “caminante no hay camino, se hace camino al andar”. Antes de dirigirnos a nuestros sueños, el camino nunca existió. Iniciamos un rumbo nuevo, abriendo el espectro y el universo se expande debido a nuestros pasos.

Cuando nos falta energía para movilizarnos por nuestros sueños, generalmente decimos que tenemos algún impedimento material. Cuando pensamos que existen los impedimentos materiales, estamos equivocados. El único impedimento es la falta de capital energético en nuestro interior, porque este capital es capaz de aportar todo lo que necesitemos. Recuerdo una clienta que me comentaba que quería hacer un centro de ayuda a la mujer, un sueño que no había podido cumplir porque no tenía un lugar físico especial para reunirse con su equipo de trabajo que ya tenía visualizado. Me explicaba  que en cuanto tuviera  el lugar físico especial iniciaría su centro de ayuda a la mujer.  Ella pudo ver que hoy podía reunir a su equipo en su casa, crear unos proyectos y programas que luego podría presentar a una empresa que tiene el lugar físico ideal para trabajar.  

No existen los impedimentos materiales cuando el espíritu está convencido de que todo es posible y Dios nos dice que todo es posible. Otra cosa es que no queramos creerlo.

Aceptar que nuestros sueños pueden convertirse en realidad es a veces una ardura tarea. Nuestro subconsciente guarda muchos “no merezco” y se hace difícil convencerlo de que la ley de atracción también funciona para atraer las cosas buenas de la vida. Muchas veces solo la utilizamos para crearnos limitaciones y atraer lo que no queremos.

Tanta es nuestra resistencia a las cosas buenas, que olvidamos todo lo que hemos creado en el pasado y que ahora ni siquiera valoramos. Hemos tenido logros increíbles que no reconocemos en absoluto, los damos por hechos sin tener clara conciencia del proceso que hemos utilizado. Siempre hicimos el camino sin saber nada de él por adelantado, solo que en ese tiempo no teníamos la carga de duda y miedo que tenemos ahora, esa es la única diferencia.

Podemos alegrarnos de que nuestro Padre nos de la posibilidad de crear lo nuevo dentro de lo que es viejo. Lo que ya no nos queda bien puede quedar atrás solo con iniciar la búsqueda y sin saber nada de nada de los pasos que deberemos realizar. Lo hemos hecho tantas veces, ¿por qué se nos olvida con tanta facilidad? ¿Cuantas vueltas tendremos que dar antes de crear el camino a nuestra prosperidad?

Patricia González
Tu coach para realizar los cambios que deseas.

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2 comentarios:

  1. mil gracias por el articulo que nos compartes... realmente hoy me da luz para darme cuenta de en donde estoy y que es lo que me esta haciendo falta.... gracias... mil gracias... que Dios te siga bendiciendo con la sabiduria que hoy nos compartes LUPITA DESDE MONTERREY, NL MEXICO

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  2. Me elegro mucho Lupita que te sea de utilidad.
    Gracias
    Patricia

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